EXTREME E: UN MODELO DE SOSTENIBILIDAD PARA EL DEPORTE

Los días 24 y 25 de septiembre, Extreme E, categoría off-road eléctrica que compite en los lugares más remotos del planeta, realiza su primera competición en latinoamérica, en el Desierto de Atacama en Chile.

¿Por qué la serie se viene consolidando como un ejemplo de evento deportivo sostenible?

El deporte es uno de los temas de interés que más une a la población mundial, congrega cientos de miles de fans y además, es reconocido por promover la salud y el bienestar. Sin embargo, como cualquier otra actividad humana, impacta el medio ambiente y genera una huella de carbono, sobre todo la organización de eventos deportivos de gran escala que incitan a un consumo masivo de recursos.

Al mismo tiempo, en los últimos años, el deporte empezó a ser un aliado estratégico en la lucha contra el cambio climático, en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para el año 2030. En este marco, se vienen implementando numerosas iniciativas, como Sport for Climate Action, de la cual forma parte Extreme E, que aprovecha la popularidad del deporte para generar conciencia sobre su impacto ambiental e incentiva a las organizaciones deportivas a reducir sus emisiones de carbono.

Además de presentarse como una plataforma para visibilizar la urgencia de frenar el cambio climático, Extreme E busca establecer un nuevo paradigma para los eventos deportivos, en asociación a consultoras de sustentabilidad como ALLCOT, inspirando a la industria del deporte en la adopción de mejores prácticas y, por ende, colaborando hacia un cambio social.

Alejandro Agag, fundador y CEO de la categoría, explica:

“Con el 30 por ciento de las emisiones de CO2 del planeta provenientes del transporte, Extreme E tiene como objetivo mostrar el rendimiento de los vehículos eléctricos, utilizando la poderosa combinación de acción deportiva emocionante, educación científica y narración de historias, para acelerar la adopción de la movilidad eléctrica y ayudar a que el mundo sea más sostenible, más rápido.”

La propuesta parte de la idea de mitigar las emisiones mediante la implementación de vehículos eléctricos en las competencias, la realización de carreras en lugares remotos impactados por los efectos del cambio climático, y la transmisión de estos eventos por medio de redes sociales para disminuir la presencia de público en el local.

Pese a estos esfuerzos, algunas emisiones son inevitables, como aquellas generadas por el transporte de los vehículos de carrera, la movilización de los pilotos y sus equipos, y la infraestructura necesaria para la organización del evento.

En estos casos, Extreme E busca reducir su huella de carbono mediante la asociación con ALLCOT, un líder mundial en iniciativas de compensación de carbono y sostenibilidad, que desarrolla proyectos estratégicos para ayudar empresas y organizaciones a reducir, mitigar y compensar su impacto medioambiental.

Para compensar las emisiones de la Temporada 1, la categoría invirtió en certificados de carbono en el Parque Eólico de Chubut, en la Patagonia Argentina, el más importante del país, con 43 turbinas y 800 MW de capacidad instalada. Gracias a este proyecto, cada año se aportan a la red 300 GWh de energía eléctrica limpia y renovable y se evita la emisión a la atmósfera de 190.000 toneladas de GEI.

Alexis L. Leroy, fundador y director general de ALLCOT, dijo: “Este nuevo acuerdo entre ALLCOT y Extreme E está impulsado por una mayor ambición y liderazgo. Estamos encantados de acompañar a Extreme E en este viaje, y decididos a crear juntos un nuevo paradigma hacia la Agenda 2030 y la carrera para alcanzar el «Carbono Cero»”.

Iniciativas innovadoras como estas son un ejemplo a ser seguido por la industria del deporte, y demuestran que es posible implementar estrategias para reducir, compensar y mitigar la huella de carbono ambiental.

Después de la visita al Desierto de Atacama en Chile los días 24 y 25 de septiembre, los off-roads eléctricos competirán en Punta del Este, Uruguay, en el mes de noviembre.