TIM Y TOM CORONEL ASEGURAN OTRA MEDALLA EN COMPLEJO FINAL

TIM Y TOM CORONEL ASEGURAN OTRA MEDALLA EN COMPLEJO FINAL

Después de pasar por 11 etapas con problemas menores o directamente sin, Tim y Tom Coronel vivieron una duodécima y última jornada del Rally Dakar plagada de contratiempos. “Pasamos por más situaciones comprometedoras en estos 200 kilómetros que en todo el resto de la carrera”, aseveró Tom.

Dos veces “La Bestia” se atascó en la arena, dos veces se le trabó el acelerador y la tripulación tuvo que bajar a arreglar su cable, una vez Tom se equivocó en un control de paso y una vez Tim golpeó una piedra filosa y provocó un pinchazo. “Sentimos que toda nuestra competencia estaba en riesgo en el tramo más corto”, admitieron los gemelos. Debido a la sucesión de los que afortunadamente no fueron percances serios, los Coronel perdieron un lugar en la clasificación general de Autos, cosa que no les molestó tanto. Por el contrario, con su 26ª posición, quedaron más que satisfechos.

Ya a un minutos de haber largado, comenzaron las vicisitudes. Tim contó: Elegimos mal una huella de la lluvia de días pasados, que cambiaron la consistencia de las dunas y las dejaron barrosas por partes, así que nos enterramos demasiado pronto. Tuvimos que excavar para salir de allí. Posteriormente, se nos trabó el acelerador a fondo y solo lo podíamos solucionar manualmente”. Ese episodio se repitió más tarde, aunque se trataba de algo que reparaban en poco tiempo.

Casi en la meta, la arena los tomó desprevenidos nuevamente. “Eso fue en un hueco entre las rocas”, recordó Tim. “Algunos camiones habían pasado por ahí antes, arruinando el lecho arenoso, que de por sí estaba complicado por la lluvia. Nos enterramos hasta la coronilla, por lo que debimos cavar por segunda vez. Por suerte, salimos pronto de ese trance y faltaba poco para la llegada”.

A más de una hora de diferencias de quienes ocuparon el podio, los Coronel se dieron con el gusto de terminar otro Rally Dakar, aliviados. Para Tim fue su 15ª participación; para Tom, la octava. “Aunque no había vivido nada igual a este día tan ajetreado en tan pocas horas”, dijo el piloto habitual de WTCR y TCR Europa. “Fue un Dakar con todas las letras: difícil, duro, como manda su espíritu. Nosotros no tuvimos grandes inconvenientes técnicos. Pinchazos sí, generalmente por culpa nuestra, por ir demasiado rápido por el pedregullo. El coche no defraudó y lo único que le podemos criticar es la falta de velocidad de punta, que con viento a favor era de 160 km/h. Deberíamos llegar a 180 si pretendemos ir a más entre tantos rivales competitivos y autos más poderosos. Pensaremos en cómo mejorar eso para el futuro cuando estemos en casa”.

Stéphane Peterhansel, junto a Edouard Boulanger, se llevó de Arabia Saudita su 14º éxito absoluto en el Rally Dakar, en cuyo destino se volvería a ver a Tim y Tom Coronel inscribiéndose para 2022 con “La Bestia 5.0”.

Prensa Coronel Dakar Team