El regreso de Cornejo y la misión de Loeb.
EN EL PUNTO DE MIRA.
David Castera ya había advertido de que las etapas 7 y 8 eran muy largas. Más de cuatrocientos kilómetros de especial esperaban hoy a los pilotos y mañana vendrán otros tantos. En cualquier caso, como decía hoy el motorista Lorenzo Santolino en la meta de la especial: “El Dakar empieza cuando te levantas y termina cuando te acuestas”. Hay como mínimo un piloto que a partir de ahora hará de esa máxima su bandera. Se trata del ganador de la sexta etapa, Daniel Sanders, quien por desgracia ha sufrido una caída esta mañana cuando no había recorrido ni 7 km, todavía sobre las calles de Riad (véase la sección “Un duro revés”). El piloto de GasGas tenía que abrir hoy los 402 km de especial, pero al final no ha podido enfilar hacia el oeste desde la capital para llegar a Al-Dawadimi, centro geográfico del Reino, situado a 300 km del vivac del día de descanso, donde se puede encontrar uno de los palacios más antiguos del país. Una zona inédita de la provincia de Riad que ha servido de telón de fondo para la etapa de hoy, primero en la arena que abarcó un tercio de la especial hasta llegar a la provincia limítrofe de Al-Qassim, para después dirigirse al sur hacia el vivac. Con un total de 299 km de enlace, esta etapa de más de 700 km ha hecho las veces de puerta de entrada a la segunda parte de esta 44ª edición del Dakar.
LO ESENCIAL
Volver a las pistas no siempre es fácil. Daniel Sanders ha caído de lleno en esa trampa (véase la sección “Un duro golpe”), pero la fortuna ha sido mucho más benévola con un Ignacio Cornejo que vuelve al primer plano gracias a que sus dotes para la navegación lo han hecho merecer la tercera victoria de Honda en este Dakar y la cuarta en su palmarés personal de la prueba. No obstante, los minutos de ventaja obtenidos no le permiten retomar la senda de la victoria que ya siguió el año pasado, sobre todo porque en la lucha entre quienes lo preceden está todo en el aire. En cualquier caso, para buen resultado el de Adrien Van Beveren, cuya dedicación ha dado sus frutos en la jornada de hoy: vuelve a encabezar la general cuatro años después de aquella otra estancia en la cima que se saldó con catástrofe tras una caída en la 10ª etapa. Desde entonces, el piloto de Yamaha no ha vuelto a llegar al final de un Dakar. Ahora afronta las cinco etapas que lo separan de una posible victoria con una ventaja de 5’12’’ sobre el discreto pero intratable Matthias Walkner, mientras que siete pilotos en total se agolpan en un intervalo inferior a 10 minutos. Entre ellos, un Kevin Benavides que vuelve al podio provisional (3º) con el segundo mejor crono de la etapa y un Lorenzo Santolino que aguanta las arremetidas de los favoritos a lomos de su Sherco e incluso logra subir un puesto (5º). El nuevo rey de los quads, Alexandre Giroud, no se ha dejado inquietar por el brasileño Marcelo Medeiros, autor de la segunda victoria de etapa de su carrera dakariana. Por lo que respecta a Adrien Van Beveren, la situación de Nasser Al-Attiyah es ahora mucho más cómoda, tras situarse en cabeza de la general de coches desde la primera especial del rally. Sébastien Loeb, quien está poniendo toda la carne en el asador para volver a hacer contacto, se adjudica su 17ª etapa y sobrepasa sin la menor emoción a Yazeed Al-Rajhi en la general, pero se sigue encontrando a 45 minutos de su mayor rival. En T3, a Seth Quintero le entraron los sudores fríos tras varios errores de navegación que a punto ha estado de aprovechar su compañera Cristina Gutiérrez, pero al final ha sido su OT3-Red Bull el que se ha embolsado la 7ª victoria de especial. La ristra de etapas no ha perturbado la marcha en cabeza del Can-Am de “Chaleco” López, cómodo en todo momento con una ventaja de 1h20’ sobre Sebastian Eriksson, su compañero en el equipo South Racing. En cambio, las primeras posiciones dieron un vuelco en SSV con el derrocamiento de Rodrigo Luppi de Oliveira tras sufrir un percance mecánico en torno al kilómetro 100. El brasileño cede a regañadientes el trono provisional a Austin Jones.
Por otro lado, el festival polaco sigue su curso y hoy le ha tocado a Aron Domżała cantar victoria por segunda vez en este Dakar. Por último, los celos no existen en el equipo Kamaz: Anton Shibalov aún no había ganado su etapa en esta edición, así que dicho y hecho, mientras que el bastón de mando sigue en manos de Dmitry Sotnikov.
LA ACTUACIÓN DEL DÍA
En SSV, el clan polaco en su conjunto rubrica una actuación colectiva de muy bella factura. Al adjudicarse su segunda victoria en el Dakar de 2022, Aron Domżała se suma a una serie de resultados impecables para Polonia, ya que iguala a su compatriota Michał Goczał, sobrepasado a su vez por una victoria por su hermano mayor Marek. Hasta ahora, la única etapa que no cayó en manos polacas fue la quinta, arrebatada en última instancia por Rodrigo Luppi de Oliveira. Y ojo, porque los contratiempos del brasileño en la etapa de hoy no solo han beneficiado a Austin Jones, nuevo líder de la carrera. El estadounidense del equipo South Racing tiene motivos para preocuparse por la meticulosa remontada de Michał Goczał, quien apenas se encuentra a 5’11’’ en la clasificación general. Una brecha que parece más que salvable para el piloto de apetito insaciable que acabó la edición de 2021 en 4º lugar, a tan solo un paso del podio.
UN DURO REVÉS
Parecía que ya lo veíamos en lo más alto. Desde el final de la edición de 2021, en la que terminó 4º como mejor rookie, se multiplicaron las comparaciones elogiosas entre Daniel Sanders y un Toby Price más veterano que debutó en 2015 con una fantástica 3ª posición, justo antes de ganar el Dakar al año siguiente. Confiado por KTM a GasGas para hacer brillar los colores de la escudería hermana española, el piloto australiano llamado a tomar el relevo de Price empezó la edición de 2022 con un ritmo que hacía presagiar un destino muy halagüeño. Con tres victorias de etapa en su haber y una que dejó escapar adrede por pura estrategia, “Chucky” llegaba al día de descanso en 3ª posición de la general, con un retraso de apenas 5’35’’ frente al líder del rally, que no era otro que su compañero Sam Sunderland. Ni siquiera saltaron las alarmas cuando el australiano narró en el vivac que se había dado un golpe muy fuerte con sus instrumentos de navegación por el que se le hinchó sobremanera el labio inferior hace 4 días. Y sin embargo, el piloto oriundo de Victoria ha podido constatar que, en el Dakar, el peligro puede acechar en los lugares más insospechados. De camino a la salida de la especial que le tocaba abrir hoy, nada más salir de Riad cuando apenas había recorrido 10 kilómetros, Sanders ha chocado con un bordillo. Diagnóstico sin paliativos: fractura del codo izquierdo que acaba de un plumazo con todas sus opciones. El fabricante GasGas, que ya se veía terminando en cabeza de la primera prueba del campeonato del mundo de la FIM, acusa el daño colateral de la caída y ve frustradas sus perspectivas. En cualquier caso, Sunderland sigue vistiendo con orgullo el rojo bermellón de la marca.
EL DATO: 95
Nacho Cornejo ha ganado por primera vez este año al término de la 7ª etapa. Con las dos victorias de Joan Barreda (2ª y 4ª etapa), el número de triunfos de Honda en el Dakar asciende a 95 desde la primera etapa que consiguiera Christian Desnoyers allá por 1979.Sin embargo, con tres podios desde que dio comienzo este 44º Dakar, el representante mejor situado del fabricante alado es Pablo Quintanilla, por delante de Joan Barreda, lesionado en el hombro, y a tan solo ocho minutos de Adrien Van Beveren. Cornejo se encuentra un poco más atrás, en el 9º puesto, a más de 26’. Ahora bien, al contrario de lo que les ha ocurrido a GasGas y Husqvarna, que han perdido a uno de sus pilotos oficiales por lesión, Honda aún cuenta con sus cuatro hombres fuertes. Y en vista de la abnegación mostrada por Barreda, cabe pensar que está haciendo de tripas corazón para subirse a su primer podio en el Dakar. W2RC:
Loeb recorta distancias
Nasser Al-Attiyah puede ser un “ganador en serie” durante la temporada de 2022 que ahora comienza, pero no cabe duda de que ha encontrado la horma de su zapato. Con el regreso al circuito de Sébastien Loeb, la pugna promete ser intensa entre el Toyota Gazoo Racing y el BRX. Loeb se hace por segunda vez con los 5 puntos por victoria de etapa y se acerca a tan solo 1 punto del catarí: 24 a 23. En T3, 5 puntos para Quintero, 4 para “Chaleco” y 3 para Gutiérrez. El estadounidense acumula 30 puntos frente a los 25 del chileno. En T4, Aron Domżała del Can-Am Factory South Racing recupera algo de terreno frente a los hermanos Goczał, pero quien domina es Michał con 22 puntos. En T5 sigue llevando las riendas Martin Macík de Big Shock por delante de Kees Koolen: 33 a 26. En motos, GasGas contaba con Sanders para acompañar a Sunderland en la clasificación por equipos que se establecerá al final de la carrera, pero sus esperanzas se han visto empañadas por el abandono del australiano.
CON SABOR A CLASSIC
Serge Mogno, 2º en la general desde hace tres días tras haberse instalado en el tercer escalón del podio en la 3ª etapa, ha concretado esta tarde su ascensión meteórica al hacerse con los mandos de la categoría. Gracias a sus 206 puntos, disfruta de un colchón de 77 puntos frente a la pareja de los Euvrard y de 156 puntos frente a Juan Roura Iglesias. Marc Douton, vigente campeón, termina hoy en 3ª posición y remonta hasta el 15º puesto. Al igual que el año pasado, un camión se ha instalado cómodamente en el Top 5, y no es otro que el de los miembros del equipo belga Feryn que regresan a la carrera bajo la dirección del experimentado Tom de Leeuw, quien con veinte Dakar a sus espaldas ha asumido el papel de guía para iniciar a Cédric Feryn, benjamín de la dinastía que se estrena junto a los veteranos del equipo paterno. Después de cinco años sin Dakar, Pascal Feryn ha sacado a pasear sus “juguetes” y participa él mismo en la categoría Classic. No cabe duda de que estos reyes del llano no han perdido su toque con las dunas.
LA REACCIÓN
Adrien Van Beveren: «Todo por hacer» El líder de la escudería Yamaha se ha hecho con las riendas del rally, como ya hizo en 2018 antes de abandonar cuando ya se veía la meta final en el horizonte. Una lección que conviene no olvidar. «He intentado atacar todo lo que he podido, pero la navegación en la especial era muy técnica. Sabía que podía obtener un buen resultado y he dado el cien por cien. Ha ido todo genial. Con mi historial, es para estar contento. Viví dos años difíciles por los accidentes, así que ahora a disfrutar. Voy a poner toda la carne en el asador para preservar lo que he conseguido hoy, sin dejarme llevar. Mi objetivo es cruzar la línea de meta, lo llevo diciendo desde el principio y eso no ha cambiado. Tengo que aprender de los errores del pasado y seguir mi plan de base a rajatabla. Aún está todo por hacer y voy a esforzarme hasta el final. Y si sale todo bien, mejor que mejor».